El trabajo cooperativo en Infantil

Ya, el curso pasado, a raíz de unos cursos que realizamos, en Educación Infantil nos entró a las “seños” un gusanillo por saber más y poner en práctica el trabajo cooperativo en el aula.

Aprovechamos para leer todo lo que cayó en nuestras manos  acerca de esta metodología y después del descanso estival, con las pilas cargadas, iniciamos nuestro camino del trabajo cooperativo. Todavía nos queda muchísimo por andar, pero pensamos que será agradable tropezar, caer y poder levantarnos de nuevo porque pensamos que este camino merece la pena.

La enseñanza cooperativa se basa en obtener conocimiento a través de la participación y la interacción dentro de un pequeño grupo que tiene una meta que alcanzar. El objetivo común y la lucha por llegar a dicho fin como grupo favorecen el aprendizaje. En estos grupos, todos tienen que ir de la mano porque de ese esfuerzo personal y grupal depende el aprendizaje.Roger y David Johnson, investigadores y doctores en ámbitos educativos, en el I Congreso UCJC Educa, explicaron en qué consiste el aprendizaje cooperativo y se referían precisamente a ese punto: “cuando una persona alcanza su meta, todos alcanzan las suyas; hay correlación positiva en el alcance de las metas. Nos hundimos o nadamos juntos.”
El proceso es muy claro. Se marcan objetivos, se trabaja sobre una materia, problema o asunto y se supervisa el proceso.
El trabajo en grupos cooperativos permite que los niñ@s  se unan, se apoyen mutuamente, que tengan mayor voluntad, consiguiendo crear más y cansándose menos... ya que los esfuerzos individuales articulados en un grupo cooperativo cobran más fuerza.
El aprendizaje cooperativo favorece la integración de los niñ@s. Cada alumn@ aporta al grupo sus habilidades y conocimientos.
El trabajo cooperativo en el aula aumenta el rendimiento en el proceso de aprendizaje: los objetivos de trabajo consensuados por los propios alumn@s, potencian más el esfuerzo para conseguir buenos resultados que los objetivos impuestos desde el exterior. 
Asimismo, amplía el campo de experiencia del alumnado y aumenta sus habilidades comunicativas al entrenarlos en el reconocimiento de los puntos de vista de los demás al potenciar las habilidades de trabajo grupal, ya sea para defender los propios argumentos o reconstruir argumentaciones a través del intercambio.